jueves, agosto 30, 2007

Paloma


Vuelan bajo las palomas, miran de reojo el paso de los hombres. Plumas en la acera, árboles desnutridos, fantasmas que desaparecen y vuelven a resurgir en figuras mudas y sedientas. Mordida insaciable taladrando el pan duro, girando y girando a través de múltiples melodías. Colores calidos y liberación, gama de grises y desesperación. Rostros transformados, palmas encubiertas, un viejo nuevo día ha comenzado. El disco vuelve a sonar y las pequeñas figuras siguen girando bajo la lluvia congelada. Caja musical comienza a brillar, paloma de cristal no quiere volar. David y Goliat observan, mientras el llanto de los rostros de cera se quiebra. Las estatuas corren, la tierra tiembla, mientras las aves se mantienen al son de la misma sintonía. Miles de susurros se vuelven un grito y la paloma acostumbrada levanta vuelo en busca de nuevos suelos, de nuevas estatuas, de una nueva tierra temblante. Una imagen vale más que mil palabras, una palabra vale más que mil imágenes. El tiempo pasa, el llanto se vuelve inundación, las palomas siguen girando desde las alturas, sintiendo pena por los rostros de cera. Un pulmón verde bajo una nube de humo, tosen las estatuas, el agua se vuelve gris, frecuencias altas de desesperación que dejan de escucharse. David y Goliat vuelven a pelear, mientras el llanto de cera se derrite una vez más.

sábado, agosto 25, 2007

CUMPLEAÑOS DE MI AHIJADA


HOY NO HAY TEXTO... SOLO DECIR QUE ES EL CUMPLEAÑOS DE UNA NENA HERMOSA.. MI AHIJADA... NO TENGO FOTOS EN ESTA MAQUINA FUCKK!
PERO BUENO..
PARA ALLEGRA...ALUU.....TU PADRINO TE MANDA 3 BESOS (CUMPLE 3 AÑOS...)

saludos a todos
Patricio

PD: ENCONTRE FOTOOO (vieja, pero foto al fin..)

jueves, agosto 23, 2007

A Donde


Esto lo escribí hace bastante, tiene un estilo diferente al del resto de los textos.... probablemente no guste tanto.. pero a mi me genera cosas..


El hombre se despertó con múltiples dudas. Sus ojos miraban hacia todas partes. Era un día diferente. ¿A quién conoce? ¿A dónde se supone que debe ir? La única idea que se le cruza por la cabeza es caminar, muy despacio. Tiene miedo de pisar en el lugar equivocado. ¿Está en riesgo su vida? No lo sé. Él tampoco lo sabe. Solo cree que ese es el camino, aunque pudo haber elegido otros. Llega al enorme ventanal de un cuarto desconocido. Las cortinas no dejan pasar ni un rayo de sol. Su mirada representa desconcertación ¿miedo? Mira su mano y la mueve lentamente hacia la cortina. La abre muy lentamente. Un rayo de sol golpea sobre su ojo izquierdo. Sin permiso, sin dudarlo. Él abre la cortina fuertemente. Una enorme luz recorre toda su mirada. Una lagrima tan pesada como la primera gota de lluvia cae suavemente por su ojo. Sólo imaginen. De repente cierra la cortina. Mira ese cuarto blanco. En una esquina se encuentra un hombre que lo mira fijamente. Nunca había conocido una mirada como aquella. Representaba algo tan sencillo pero a la vez tan firme. Veía seguridad en sus ojos. Veía respuestas en sus ojos. Sentado en una humilde silla de madera. ¿Quién era? ¿Qué se suponía que debía hacer? Él se acerco y se sentó en el piso, tan frío como una mañana de invierno. Una leve brisa recorrió todo su cuerpo. Solo se le ocurre decir

-¿Por qué?

El hombre baja la cabeza y sonríe levemente. Levanta la mirada y lo mira manteniendo aquella sonrisa.

-¿Por qué? Porque tenés que salir.

El joven lo mira como si fuera la primera vez.

-¿Salir a donde?

El hombre mueve la cabeza hacia la puerta. De repente esta se encontraba cerrada. El joven la mira decidido. Se para y camina hacia ella con pasos firmes. Mira la manija, apoya la mano sobre ella e intenta abrir la puerta. No lo logra. Vuelve la mirada hacia el hombre pero este no se encuentra. Desesperado, el joven mira hacia todas partes. Grita.

-¿Dónde estas? ¿Dónde estoy?

Cierra los ojos. Los abre y se encuentra en la calle. Comienza a caminar mirando hacia todas partes.

miércoles, agosto 22, 2007

Encierro



La caja mágica sonando al compás de los dedos de oro. Sensaciones cercanas, rondando a nuestro alrededor como moscas en un acalorado día de primavera. Ojos abiertos observando hacia todas partes, pero específicamente hacia ningún lugar. Una simple hoja, tan grande, tan inmensa, tan blanca como la más pura de las mujeres. Encerrado en un fuerte abrazo, dedos rozando nuestros brazos, buscando palabras que nos identifiquen y que nos hagan sentir aquello que nunca supimos crear. Voces del más allá, tan cercanas y tan profundas, invisibles a nuestros ojos, visibles a nuestro corazón. Imágenes enlazadas generando un sentido inspirador. Historias paralelas, tan comunes, tan originales. Encerrados en un mundo, tan pequeño, tan gigante. Capaz de descubrir los milagros de esta vida, propia y ajena, una gran contradicción, un complejo mural de ladrillos blancos. Encerrado en este cuarto, tan rico, pero a la vez tan doloroso. Palabras que vuelan, difíciles de enhebrar, solo quiero inspirar a esas voces del más allá, tan cercano y tan real. Largo puente movedizo, una luz en el final, palabras brillantes enceguecedoras, ojos entreabiertos caminando y cayendo a la vez. Pequeños sonidos confusos provenientes de los pequeños orificios de ese gran mural. Un mundo detrás de la cortina, una gran red de murales con ladrillos blancos. Solo busco dar sentido a esas herramientas tan maravillosas. Comunicar, sentir, vivir algo más allá de nuestro propio orgullo. Mejor transmitir y no esperar, porque la espera trae esperanza y la esperanza solo es un ladrillo más.

Seres




Muertos caminando sin rumbo fijo. Van más allá de un destino inmediato, buscan algo que no quieren encontrar, pero que solamente lo hacen por respetar la cotidianeidad implementada por sus cerebros pensantes. Miles y miles de pensamientos enmascarados por un mismo paso, tan atormentador, tan ruidoso y firmemente consecuente. Marcha de pingüinos en la jungla de concreto, luces a los lejos que vienen y se van, iluminando las vías de hierro de esta exprimida realidad. Bella durmiente no quiere despertar, solo intenta vivir en un sueño en donde el camino de agua cristalina refleje la tranquilidad tan buscada por esas miles de ánimas animaladas.

Momentos de confrontación, cruce de miradas, egoísmo compartido. Susurran los ángeles encerrados, sus alas cortadas desplumadas por el piso alimentan la desazón, la resignación. La desesperación se vuelve tranquilidad, el salvajismo se vuelve normalidad. Cerebros reguladores mirando desde arriba, mientras las salvajes ánimas solo intentan volar. Educación ignorante, deseo errante. Ciclos diarios que vuelven a empezar, horas rápidas que tardan en llegar, solo intentan por un segundo llegar a esa luz que los devuelva a la misma realidad.

Caminos


Todo es tan inmenso y a la vez tan grande. Un pequeño detalle se puede convertir en la cosa más importante que le puede pasar a una persona. Llegamos cansados, debilitados, y sabemos que una simple y a la vez compleja decisión marca el curso de nuestro destino. ¿Es nuestro destino o solo estamos condicionados por factores tan absurdamente externos que se vuelven internos? Queremos poder y lo tenemos, pero muy pocos saben usarlo o mejor dicho, implementarlo. Lo subestimamos, nos subestimamos, somos simples bolas de pasto rodantes por el desierto sediento impulsadas por lo invisible, yendo y viniendo hacia ningún lugar. ¿Dónde está ese lugar? Que alguien me diga ya si me pertenece. Ese pequeño detalle, esa simple palabra que nos encierra o nos libera, que nos quita la garantía de la duda, aquella bestia infernal que supimos tener de nuestro lado en la eterna lucha entre el insignificante y el todo. Caminos desiertos y a la vez repletos, granos de arena pegados uno al otro caminando en direcciones opuestas, hasta que un puñado de dedos nos eleva y nos hace ver algo más allá de nuestro horizonte. Pero indefectiblemente caemos, mirando hacia arriba, con los ojos bien abiertos y alejándonos poco a poco. Cada segundo se convierte en una eternidad y eso genera que veamos en cámara lenta esa caída. Somos tan ingenuos que muchas veces no hacemos más que sonreírle y darle la razón a ese puñado de dedos. La decisión es propia, el pasado ajeno, el futuro incierto, el presente…ausente. Un nuevo camino, nuevas ilusiones, nuevas incógnitas. ¿Alegría? Esperanza. Un pasado acabado, la espalda hecha un escudo, el pecho de plástico frente a las balas del real acero. La cueva cerrada, la palabra como ilusión, un nuevo camino de indiferencia con el otro yo. Soledad compartida, libre encierro y como diría el tato, good show.