lunes, diciembre 29, 2008

2009


En este nuevo año que se aproxima no deseo objetivos irrealizables, metas abstractas e ideales que dificilmente se logren a corto plazo. Solo deseo que todos ustedes aprovechen los momentos, el presente, porque el futuro solo es una consecuencia de hoy en día. Y esos momentos se traducen en detalles, en una salida, en despertarse con sentido del humor, en una rica comida, en cariño y afecto de seres amados. Son las situaciones cotidianas las que nos forman y no hay que desmerecerlas. Espero que este 2009 este repleto de pequeños detalles que marquen la diferencia. Todos los años suelo pedir lo mismo, a veces se logra en mayor o menor medida, pero lo que vale es el intento y la conciencia es quien se queda tranquila. El blog entra en receso por unas semanas, espero que puedan disfrutar de sus vacaciones. Si no viajan a ningún lado, juntensé con amigos, salgan, vean una buena película, duerman, aprovechen.
Saludos a todos y buen año.-
Patricio

sábado, diciembre 20, 2008

24 realidades por segundo


Me imagino este fin de año como el final de una película. Algunos de aquellos Films que cuentan historias de personajes diferentes que a lo largo de esa hora y media de vicisitudes concentradas van reflejando la vida de muchas personas reales. Imagino la música de un piano de fondo, con algunos toques típicos de la música de las películas de Burton, gente abrazándose en cámara lenta, primeros planos con plenas sonrisas en los rostros. O por que no, teniendo en cuenta los contrastes de la vida y de las historias cinematográficas, planos generales con un suave acercamiento a personajes solitarios, hundidos en su tristeza, alternando el montaje de estas realidades opuestas, tal como se vería en la historias reales. Ni una película puede concentrar tantas realidades disímiles, ni siquiera la vida tiene tal poder de concentración. Niños corriendo alrededor de un árbol de navidad, risas por doquier, gente saludándose, estrechándose las manos, brindando por un nuevo año. Niños sentados en plena vereda, tristeza en sus miradas, observando a cámara mientras se vuelven a escuchar las mismas risas. Personas caminando por delante de ellos, solo se ven sus piernas, el foco de atención está en los niños. Paisajes diferentes, bellos hogares, frazadas en las calles, puentes que cubren la vida, mientras algunos automóviles pasan velozmente tratando de llegar rápido a la cena. Una grúa, de arriba hacia abajo toma las circunstancias. Y la vida es una película mientras que el montaje es el poder de demostración de un contraste que supera la ficción y también la realidad. La música enfatiza la memoria emotiva, nos inserta dentro la imagen como si fuera hecha solo para nosotros. Pero el destino implica que cada personaje se encuentre en una situación diferente, porque el poder de elección es muchas oportunidades es escaso y la realidad supera toda decisión. Las luces se encienden, los espectadores aplauden, se miran a los ojos sonriendo, se paran y salen de la sala, mientras los créditos pasan desapercibidos, porque no queremos conocer la verdad detrás de esos personajes.

domingo, diciembre 14, 2008

Éxito o Fracaso


Ante el advenimiento de situaciones extraordinarias el ser humano tiende a protegerse ante la falta de conocimiento. Todos viven más seguros en la monotonía de la rutina, donde las baldosas de la vereda son iguales y los pasos a seguir surgen de memoria. Pero a su vez, inmersos en la regular programación diaria, exigimos constantemente una situación diferente que quiebre dicho establecimiento mental y que nos provea de cierta adrenalina que tan bien le hace a nuestro estado anímico. De ahí cierta cobardía del ser humano que sale con espada a la puerta de su casa y descubre el escudo cuando lo exterior lo afronta. Pero es difícil de juzgar esta actitud ante la digna excusa del cobarde que le atribuye al azar el éxito o fracaso de su arriesgado quiebre. Decimos simplemente azar por no describir el amplio abanico que abarca todos los factores externos que condicionan nuestro desprotegido accionar. Pero al fin y al cabo, cuando el paso del tiempo hace su tarea y aquellos memoriosos seres de ojos caídos y blanco cabello dicen sus últimas palabras aconsejando a los sordos que no quieren escuchar, el fin termina siendo diferente en cada uno, sordos por decisión, arriesgados o aguardados por personalidad. Probablemente la palabra más recurrente termine siendo el “hubiera” cuando debemos darnos cuenta de que el segundo abarca la vida y que ni el ser humano más capaz puede acertar el salto en la baldosa correcta.

martes, diciembre 09, 2008

El día que Madonna fue al cine


Aquellos que suelen ir al cine en diferentes momentos del día y en diferentes momentos del año, conocen las recomendaciones básicas que indican cuando ir y cuando no. Por ejemplo, si no tenés hijos y te gusta ver las películas en su idioma original (soy de los que piensan que el doblaje le saca, fácil, el 50% de sentido al film) no vayas durante esos quince días nefastos de vacaciones de invierno en los cuales las largas filas te impiden ver la entrada al cine. Y si estás soltero y tenés problemas para asumir tu condición, no vayas un sábado por la noche, porque probablemente vas a entrar en una profunda depresión. Visto y considerando que ciertos días y momentos deben ser descartados, el plan era perfecto. Lunes por la noche, tranquilidad absoluta, una leve brisa exterior que daba la sensación de que no mucha gente iba a salir de su hogar, una semana con estrenos no demasiado taquilleros, una suma de condiciones que permitían intuir que podría disfrutar de una película con cierta tranquilidad. Además, no estamos hablando de un cine barrial que puede ser ocupado fácilmente, estamos hablando del Village Recoleta, un cine que, a pesar de pecar de carero, ofrece relativas comodidades y bastas y variadas salas, muchas salas. Entramos con C (me salió la Rosa Montero de adentro jaja) y vimos que algo raro había. No sabíamos que pasaba, era cuestión de acercarse y meter las narices para descubrir que era lo que sucedía. Por un lado, había bastante gente, lo cual ya nos llamaba la atención, pero no dejaba de ser una situación poco importante, y por otro lado, comenzamos a ver junto a los horarios de todas las películas (salvo High School Musical) una de las palabras/frases más frustrantes (junto al No Funciona) “AGOTADAS”. Nuestra primera reacción fue:- ¿AGOTADAS? No podía ser, era lunes, había gente pero no tanta, hacía frío, no había buenas películas, era imposible que todas las funciones estén agotadas. ¡Y además era el Village! Uno de los cines con más salas en Buenos Aires. Me carcomía la incertidumbre. ¿¿¿Por qué??? A pesar de que no preguntamos ni nada, nuestra conclusión tenía sentido. Primero conjeturamos con la posibilidad de que un grupo de japoneses había copado las salas, lo cual era extremadamente raro. Segundo, mientras nos dirigíamos a otro cine (que tenía solo DOS películas, una sala cada una, y obviamente había entradas) C dijo: ¡Madonna!
A partir de esa palabra el mundo se volvió coherente para nosotros. ¡Claro! Madonna había llegado a Buenos Aires justo ese día y le pintó ir al cine. Tengamos en cuenta que Madonna se está alojando en la suite presidencial de un hotel en Recoleta. Obviamente tenían que darle todas las entradas para que pudiera disfrutar de su película con tranquilidad, para desgracia de muchos, como nosotros. Maldita Madonna, pensamos. ¿Quién se cree que es para privarnos de disfrutar de una linda noche cinematográfica?
Esta situación no deja de ser improbable pero es graciosamente imaginable. Son los casos en los que la imaginación le da sentido a una situación.
Ahora pienso…¿Y si Madonna fue al cine con una delegación de japoneses?