
Después de seis años y con un final polémico concluyó una de las series que marcaron la historia de la televisión moderna. Probablemente, desde sus respectivos géneros, historias como la de 24 o Seinfeld puedan ser ubicadas dentro de la misma jerarquía. El rotundo éxito fue mayor en el exterior que en su propio país, más allá de los 13 millones de espectadores que vieron el capítulo final. En las últimas temporadas, la serie creada por J.J. Abrahms –y actualmente orientada por los productores y guionistas Damon Lindelof y Carlton Cuse- había decaído en los niveles de audiencia, pero seguía manteniendo un grado de aceptación importante (sobre todo en Internet, y eso se tiene muy en cuenta). Como decía, el final fue polémico. En la mayoría de los foros y páginas de fanáticos, las aguas estaban divididas. Mientras algunos agradecían lo generado por la serie en estas seis temporadas, otros se mostraban defraudados por la incapacidad –o falta de deseo- de los guionistas por revelar la gran cantidad de misterios que se habían puesto sobre la mesa en estos años. Muchos han definido –creo que correctamente- a la serie como una historia de cuestionamientos más que de soluciones. Lo fue así desde el primer momento y ése fue el factor clave para sumar tantos adeptos. Justamente, la temporada que aportó más respuestas fue la más criticada por los seguidores. El fenómeno Lost ha provocado que millones de personas en el mundo elaboren teorías que respondan a los misterios de la isla, sin contar con el hecho de que la respuesta elegida sería “una sola” –esto es discutible- y diferente a la de todos los demás. No es descabellado pensar que muchos se iban a sentir molestos por esto. En este sentido, se eligió el camino de responder en forma mesurada, porque ésa es justamente la esencia de la historia y, ¿por qué no?, del ser humano. ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? Preguntas que tienen su origen en el comienzo de la humanidad y que hoy en día no encuentran respuestas concretas. Esto es Lost. Seguramente haya sido la primera ficción que tuvo como protagonista a un lugar: la isla. Correctamente se podría también establecer la línea argumental a partir de un único personaje: Jack. Tal vez no sea el más admirado por los fanáticos, pero es seguro que fue protagonista de los dos planos más importante de la serie: el primero y el último. ¿Es la realidad alternativa un purgatorio? Es una posibilidad. ¿Fue real la isla? Si. Todos mueren eventualmente y cada uno desde su respectivo rol. Pero como en casi toda serie o película estadounidense, es requisito fundamental que haya un final feliz y un héroe a quien aplaudir. Este final los reúne a todos en un tiempo no definido, en un lugar sobrenatural. “No hay un ahora”, decía Christian Shephard, padre de Jack. Todos vivieron su vida hasta cierto punto. Jack muere en la isla, salvándola tal como lo había prometido. Hugo y Benjamin se encargarán de protegerla. ¿Desmond? Es una incógnita. Según Ben, hay maneras de salir de la isla, así que se puede asumir que logró reunirse con su familia. Kate, Sawyer, Lapidus, Miles, Claire y el ahora mortal Richard Alpert, lograron salir y continuar con su vida (sin que sepamos cómo). A primera vista puede ser un final que deja más dudas que certezas y un sabor más agrio que dulce, pero con el tiempo puede asimilarse de una mejor manera. Una de las grandes dualidades que plantea la serie es la de ciencia y fe. Evidentemente es esta última la que predomina. El problema de muchos seguidores es que esperaban un final más racional. El factor razón de esta serie –y en muchos otros ámbitos- no está en la respuesta sino en el planteamiento de la pregunta. La discusión se puede plantear en diferentes niveles de profundidad. Se puede analizar la serie como una historia de personajes que tienen un factor común: una vida sin rumbo y en soledad. La experiencia isleña los obliga a replantearse la dirección de ese rumbo que indefectiblemente parecía desviado. ¿Redención? ¿Paz interior? Jack lo muestra claramente cuando dice que no puede irse de la isla porque siente que algo le falta. Cada uno a su manera ha encontrado respuestas a sus propios planteamientos y creo que ese es el objetivo para los fans: encontrar su propia respuesta, que seguramente será diferente a las de los demás.