Lo extrañé. Es difícil volver a un lugar al que le dedicaste
tanto esfuerzo y dedicación, y que ahora se siente extraño, vacío. Un lugar
para descargar pensamientos, preocupaciones, alegrías o simples comentarios
acerca de temas que, por algún motivo, consideré relevantes en algún momento de
mi vida. Hoy, por diversas razones, vuelvo como perro arrepentido. Vuelvo por
necesidad de dar marcha atrás y retomar el camino. Vuelvo porque extraño
sentirle el miedo a la hoja en blanco. Vuelvo porque extraño pensar cada palabra
como si fuera única y necesaria para reflejar una idea. Vuelvo porque siento
que en un punto hice borrón y cuenta, y eso no era lo que había que hacer. Tampoco
sé qué había que hacer – ¡y eso está bien!- pero creo que no todo lo pasado es
malo y no es necesario tirar la hoja al tacho después de empezar a escribir un
camino. Vuelvo porque no todo lo pasado fue mejor, pero sí importante en algún
punto y por eso debe ser rescatado. Vuelvo porque todas las palabras que un día
supieron ordenarse en estas páginas, logrando despejar un poco el pensamiento,
hoy se encuentran amontonadas en algún lugar que no les permite ver un poco de
luz y respirar algo de aire. El futuro será de lo mejor y por eso vuelvo. Lo
sé, no dije nada. Pero dije todo.