domingo, octubre 26, 2008

¿Qué debe tener un texto para que sea interesante?


El otro día tuve que responder una de esas preguntas que suelen tener respuestas cortas porque es tanto lo que uno puede decir que se vuelve difícil de plasmar. Son tantos los argumentos que surgen dentro de nuestros pensamientos que resulta dificultoso enhebrar las distintas ideas. La pregunta era: ¿Qué debe tener un texto para que sea interesante? Lo primero que escribí fue que era altamente probable que, a pesar de que muchas de las respuestas coincidieran, la realidad o esencia de cada una sería totalmente diferente. Uno puede hablar de estilos, formas, vocabulario o temas pero es tan imperceptible aquello que nos atrae de un texto que habría que indagar en lo más profundo de nuestro fundamento. Sin entrar en formalidades, me encantan los textos que me hacen pensar en lo que estoy leyendo y en lo que no estoy leyendo, me encanta que las hojas pasen de cincuenta en cincuenta, como si el paso del tiempo estuviera en un estado paralelo al de la realidad conocida. Me encanta reír, llorar o palpitar ante una única palabra. Es como si me transportara a la mente de aquella persona y jugara a adivinar las razones de sus palabras que, a pesar de la importancia en cuanto a esencia del texto, dan un paso al costado ante el avance desordenado y disperso de nuestras razones, las del lector. Porque la interpretación que uno le da al texto es lo que finalmente nos toca sensiblemente, como si hubiera un punto dentro de nuestra mente que debe ser rozado para que se genere una vibración emocional en nosotros. Como cuando entendemos lo que solo nosotros queremos entender, a pesar de la insistencia de nuestro interlocutor por dar motivos que son fundados y gratificantes para él, pero no para uno. Por eso es tan subjetivo lo interesante de un texto. Otro punto es el momento en que uno escribe. Necesitamos algún tipo de reacción que nos brinde esa energía para explotar la seguidilla de palabras que luego, en conjunto, forman esa estructura que puede llegar a ser maravillosa. La primera palabra puede generar un texto, potencialmente, increíble. Después está en cada uno poder satisfacer lo que un buen texto necesita. Y todavía estoy tratando de dilucidar cuándo me siento más cómodo escribiendo, si en los momentos de pena o en los momentos de intensa alegría. En ese sentido la tristeza te abre un poco la cabeza, te hace pensar –a veces demasiado- a diferencia de la alegría que te lleva a otro estado, prácticamente de hipnosis. No se, depende de muchos factores, como dije antes, lo sigo pensando. Bueno, si tienen ganas de compartir sus opiniones, saben que me encanta leerlas. Hasta la próxima.

4 comentarios:

Flor dijo...

Yo creo que es una cuestion puramente subjetiva, lo vi claramente en mi ultimo post donde publique uno de los primeros capitulos de un libro, "La Insoportable Levedad del Ser" de Milan Kundera, a mi en lo personal me encanto pero dentro de los comentarios pude ver que a algunos les parecio tedioso, es más me dijeron que sentian que estaban leyendo algo de la facultad.Más alla de preferencias personales, tambien me parece que un punto importante es que la tematica sea innovadora o al menos que el punto de vista expuesto lo sea. Pero son solamente dos puntitas que rescate de miles más que se me ocurren. Saludos!!

Verònica dijo...

PATOOO!!! (asi esta bien?).. bueno creo que la respuesta al titulo que encabeza este post es enoooormemente variable dependiendo de cada uno de nosotros.. a mi, particularmente me encantan los textos que me hacen reflexionar (como èste), los que me movilizan.. por ahi.. en las partes mas intimas, los que me llegan al corazòn y me lo comprimen para distenderlo luego en algun final que alivie, o inesperado... Me gusta leer y mientras lo disfrute el texto es interesante.. si me aburre, bueno, ha dejado de serlo.
Te mando un beso y me alegra leerte otra vez!!!! Vero.

Cexy dijo...

Holaaa! Che, yo no tenia ganas de escribir esa noche, como me pasa ultimamente, asi que mi respuesta se resumio en una cuasi lista de dos cositas y nada mas.
Encima ni preguntes que puse porque ya lo olvide...
Un desastre!
Besos pato!!

Nora Báez dijo...

Hola Patricio!

¡Què bueno que hayas actualizado tu blog!

No creo que tengas 21 años, sos de esos hombres pensantes, reflexivos, inteligentes y con muy buen sentido comùn y a la vez especial, que en muy pocos percibo en la vida.

Considero que nuestras "Voces" se alzan màs en la pluma cuando surge la nostalgia, la melancolìa, el desamor, porque quizàs la sonrisa de los buenos momentos se comparten, surge como el arco iris y todos la ven; en cambio en la tristeza, nuestras làgrimas las hacemos privadas y contrariamente necesitamos plasmarlo sobre el papel, para que se enteren cuàl es nuestro sentir, construyendo un canal para que esas làgrimas no duelan tanto...

Es un honor venir a leer tus escritos Patricio.

Un beso y un hasta luego.

p.d: Voy a enlazar tu blog al mìo
:0)