
Son esos momentos en los que se produce una alteración EN LA REGULAR LÍNEA DEL COMPORTAMIENTO. Así como sus consecuencias pueden generar un estado de EXCITACIÓN Y PLACER, también pueden generar ciertos RIESGOS que deben ser sobrellevados. Podemos diferenciar entre la espontaneidad de las situaciones y la espontaneidad del comportamiento, aunque en cierta medida, creo que van en línea paralela, a pesar de que, rompiendo toda regla geométrica, suelen unirse. Esos riesgos antes mencionados son sucesos que generan arrepentimiento. Quiero aclarar una cosa, no hablo de una espontaneidad característica de una persona, sino de actitudes espontáneas, sin premeditación, UNA LARGA CAMINATA CON VENDAS EN LOS OJOS. Te puede llevar a caminos jamás recorridos o al vacío del desconcierto. En los mejores casos, son esos días que finalizan y uno tiene la sensación de que LO QUE VIVIÓ ERA INIMAGINABLE en la previa.
Entro en un mundo imaginario y me imagino un ser que nos guía en aquellos momentos en que rogamos por un cambio de actitud. Un ser espontáneo que muestra REBELDÍA ante el comportamiento de su seguidor.
Luego volvemos a la normalidad, exigiendo la reaparición de aquel ser y de aquel GRITO interior que golpea los muros con puños cerrados. Me fui, espontáneamente.