sábado, abril 25, 2009
¿Positivo o realista?
En un debate que se generó en clase, el profesor decía que, hoy en día, los jóvenes se muestran desesperanzados, con una visión negativa del mundo. Muchos nos inclinábamos por la postura de ver a la humanidad en un camino de difícil transitar. Además argumentaba que, para él, la sociedad había mejorado y que los problemas son menores en comparación con otras épocas. Dudo que los problemas sean mejores o peores, a lo sumo serán distintos. Tener una visión realista (casi pesimista) del mundo no implica dejar de vivir alegremente en función de una sociedad que necesita de cada individuo. Implica actuar en base a los principios, aún sabiendo que la naturaleza humana es incorregible. El curso de la historia así lo demuestra. Puede haber menos muertes por el avance de la ciencia, pero lo que no hace la tecnología es cambiar la tendencia masiva de la humanidad hacia la autodestrucción. Al decir masiva me refiero a un actuar en conjunto. Cada persona es diferente y, aunque no me quiero limitar en la vieja y típica diferenciación entre el Bien y el Mal, la realidad es esa. La mayoría de las personas actúan en base a sus intereses y, muchas veces, estos se oponen a lo establecido como correcto dentro de un marco legal y hasta moral. Por algo sigue habiendo guerras, pobreza y corrupción en siglo XXI. Repito, no es cuestión de rendirse y dejarse llevar por lo inevitable, es cuestión de tener un poco de perspectiva y de poder apreciar lo que la historia nos ofrece. Uno no va a dejar de luchar por lo que considera correcto y, a lo sumo, podrá generar un cambio de actitud en su entorno más cercano, pero una persona no puede cambiar el mundo. Probablemente aquellos que tienen el poder necesario como para marcar cierta diferencia, puedan hacer algo más. Yo, personalmente, no voy a dejar de estudiar, no voy a dejar de trabajar, no voy a dejar de levantar un papel en la calle, voy a vivir en plenitud, aún sabiendo que la profunda idiosincrasia de la humanidad es un problema de difícil solución. Espero opiniones.
jueves, abril 16, 2009
Lucha de egos
Uno de los grandes debates actuales está relacionado con el papel de los medios de comunicación a la hora de exaltar o minorizar una noticia. Ya sucedió con el tema de la seguridad y ahora con el dengue. Por un lado, es una buena excusa que tienen las autoridades a la hora de menospreciar la gravedad de los hechos que les incumben y, por otro lado, es cierto que, muchas veces, los medios, en su afán de “espectacularizar” la noticia, colocan títulos catastróficos, propios de películas fantásticas. Más allá del gran negocio que implica el manejo de noticias, es importante que los temas relevantes se mantengan en la charla cotidiana y que repercutan en la conciencia de los gobernantes. Esto es producido, en gran medida, por los medios de comunicación. Vivimos en un mundo mediatizado, en donde los hechos que no son televisados parecen no existir. Y eso es grave. Los medios que difunden la noticia de un secuestro o de un asesinato, probablemente estén pasando por alto otros tantos que ocurren regularmente en nuestras ciudades. Entonces ¿Están exaltando un tema o solo están ofreciendo una simple muestra de una realidad violenta? Espero opiniones al respecto.
En cuando al dengue, perdonen señores gobernantes, pero sus excusas son absurdas. Parece que tienen la idea de que la gente es estúpida, porque los casos se siguen sucediendo y las soluciones se desvanecen segundo a segundo. ¡Hasta un jugador de fútbol argentino que vive en Ecuador se contagió! Aparentemente se habría infectado al venir a La Plata a jugar un partido de la Copa Libertadores. Increíble.
Volviendo a la cuestión central, centenas de médicos se encuentran infectados, miles y miles de personas están en riesgo de sufrir futuras y, en algunos casos, reincidentes, picaduras. Es hora de sacarse la idea del complot mediático, de la lucha entre Clarín y el gobierno que, realmente, a NADIE LE IMPORTA. Parece más una lucha de egos entre poderes que tienen tanta influencia que ya, realmente, aburre y asusta. Es como darle un arma a un bebe o presenciar una lucha de dioses en el Olimpo.
Soluciones, basta de excusas.
sábado, abril 04, 2009
Convergencia
La convergencia puede ser definida como la reunión, en un punto, de varias líneas o trazados. Se puede aplicar a diferentes aspectos de la vida cotidiana, como la política, con sus ideologías encontradas y sus enfrentamientos constantes, y la religión, que sufre su falta en algunos casos, y la festeja en aquellos en los cuales la convivencia la hace inevitable. Ahora bien, la naturaleza humana implica la acción y el pensamiento subjetivo. Como dirían algunos profesionales de la comunicación, la objetividad no existe, en todo caso, se puede llegar a buscar su tendencia. Hay que aplaudir los escasos momentos en los que un acontecimiento reúne posturas opuestas y personalidades que, en otra ocasión, no se podrían ver las caras. El fallecimiento del ex presidente argentino Raúl Alfonsín pudo haber representado esa tan aclamada situación. Su capacidad para el diálogo y cierto esquivamiento al “encontronazo” (algo que tan bien practican nuestros últimos presidentes) lo colocaron en una ubicación neutral con respecto a la diversidad ideológica que enfrenta el país. Probablemente los medios, en pos de resaltar una figura, esquivan (salvo algunas excepciones, léase página 12) el lado negativo del gobierno radical post régimen militar (entre otras cosas, la hiperinflación y su renuncia).
Creo que eso no perjudicaría a la figura del Alfonsín, sino que le daría un poco más de fidelidad al recuerdo de la historia. Sobre todo para aquellos que no vivieron esa época (me incluyo) y se valen de las palabras de terceros. Me muestro un poco escéptico ante el transcurrir histórico. Lo que pasó, es escrito por los que ganaron o por los que están ganando en este momento. Toda historia es tergiversada y es imposible conocerla a fondo. Lo más recomendable es escuchar el sonar de las distintas campanas.
Algo interesante es la movilización de la gente. Cómo encuentran la motivación para reunirse y pasar largas horas bajo la lluvia para rendirle homenaje a un ex presidente. Me parece un tanto excesivo que lo nombren “El padre de la democracia”. Es cierto que su labor fue importantísima, teniendo que asumir en tales condiciones e impidiendo en varias ocasiones que se repita la historia. Pero bueno, comprendo la necesidad de los medios (y por qué no de la gente también) de alzar una figura, que es recordada en medio de una actualidad caracterizada por la crítica al otro más que por la búsqueda de la solución propia.
Antes mencioné a Página 12, que se inclinó a resaltar lo negativo y lo positivo del gobierno de Alfonsín. Pero también quiero mencionar que me pareció de mal gusto algunos detalles (¡Y qué detalles!) que se publicaron. Como por ejemplo, su tapa: “Alfonsin ya es historia” con un doble sentido con tintes agresivos. Además la portada contaba con una caricatura del ex presidente jugando a la rayuela (cada paso era un acontecimiento que caracterizó la vida de Alfonsín). Me pareció inadecuada la forma. Se puede estar en contra y, aún así, ser respetuoso. Valor que hoy en día, está cada vez en decadencia.
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