miércoles, agosto 22, 2007

Caminos


Todo es tan inmenso y a la vez tan grande. Un pequeño detalle se puede convertir en la cosa más importante que le puede pasar a una persona. Llegamos cansados, debilitados, y sabemos que una simple y a la vez compleja decisión marca el curso de nuestro destino. ¿Es nuestro destino o solo estamos condicionados por factores tan absurdamente externos que se vuelven internos? Queremos poder y lo tenemos, pero muy pocos saben usarlo o mejor dicho, implementarlo. Lo subestimamos, nos subestimamos, somos simples bolas de pasto rodantes por el desierto sediento impulsadas por lo invisible, yendo y viniendo hacia ningún lugar. ¿Dónde está ese lugar? Que alguien me diga ya si me pertenece. Ese pequeño detalle, esa simple palabra que nos encierra o nos libera, que nos quita la garantía de la duda, aquella bestia infernal que supimos tener de nuestro lado en la eterna lucha entre el insignificante y el todo. Caminos desiertos y a la vez repletos, granos de arena pegados uno al otro caminando en direcciones opuestas, hasta que un puñado de dedos nos eleva y nos hace ver algo más allá de nuestro horizonte. Pero indefectiblemente caemos, mirando hacia arriba, con los ojos bien abiertos y alejándonos poco a poco. Cada segundo se convierte en una eternidad y eso genera que veamos en cámara lenta esa caída. Somos tan ingenuos que muchas veces no hacemos más que sonreírle y darle la razón a ese puñado de dedos. La decisión es propia, el pasado ajeno, el futuro incierto, el presente…ausente. Un nuevo camino, nuevas ilusiones, nuevas incógnitas. ¿Alegría? Esperanza. Un pasado acabado, la espalda hecha un escudo, el pecho de plástico frente a las balas del real acero. La cueva cerrada, la palabra como ilusión, un nuevo camino de indiferencia con el otro yo. Soledad compartida, libre encierro y como diría el tato, good show.

1 comentario:

Nini dijo...

"La decisión es propia... el pasado ajeno, el futuro incierto, el presente...ausente"

Ciertamente estamos siempre recordando lo pasado que ya no podemos modificar para ir decidiendo en el presente e ir llegando al resultado incierto de nuestras decisiones que se nos esfuman a cada instante.