martes, septiembre 18, 2007

Tiempo


Agobiante, conciso e inquietante. Mirada que penetra, un punto en el espacio. No hay movimiento, solo desesperación. ¿Cómo me desespero? ¿Corro? Vivo. Movimiento en mis pensamientos, dureza superficial. Venas que fluyen por la roca. Lágrimas que se evaporan en el aire viciado. Leves suspiros, pulmones enmarañados. Giro circular a través de mí. No hay nadie, solo el tiempo. No se escucha, se siente. Es tan penetrante, parece un taladro que perfora cada uno de nuestros sentidos. Es insaciable, inagotable. Colectivo imaginario, parada inexistente, sonrisas burlonas en un manto paranoico. Abre los ojos, miradas reverberantes. Desesperación, gritos interiores, oídos sordos, lágrimas en los ojos en busca de lágrimas ajenas, de ayuda automática. Oscuridad total, luces que se alejan, ciclos tímidos a través de mis ojos. Sentido inútil, sensación de ser algo que nunca fue. Intentos de supervivencia, manos hechas ceniza, gota que cae de un techo soleado. Un mundo aparte, soledad manual, bendita inexistencia marcada por la desazón. Cállate. No, cállate tú.
Detén el tiempo, abre tus ojos, levanta tus parpados lacrados. Risas a su alrededor. ¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo? Solo el tiempo lo dirá. Maldito tu eres.

1 comentario:

Cuca dijo...

"soledad manual" eso es admirable che. veo que lamentablemente tenemos el mismo grado de popularidad en cuanto a comentarios..

ahora te linkeo así al menos los dos que me leen probablemente se vienen por acá.