domingo, diciembre 13, 2009
La pérdida de credibilidad
Sólo bastaron 24 días para darnos cuenta de varias cosas y sufrir un baño de realidad. El periodismo de antaño, con sus defectos y virtudes, dominante o sumiso, encontraba en ciertas circunstancias su propio limite. La lógica era otra. Se lo veía –y así fue creciendo en credibilidad- como un servicio a la comunidad. Primero con un carácter que tendía hacía la objetividad y luego adentrándose en aquellos aspectos que los más poderosos querían ocultar. Aquel periodismo de investigación de los años 60 se mostraba como el verdugo de aquellos sectores que en otras épocas los manejaban como meros instrumentos. Hoy en día, son manejados por otra lógica, la del mercado, aquella que busca soluciones que están más allá de los valores humanos. El caso Pomar es paradigmático, no porque los medios no hayan actuado de manera similar en otras ocasiones, sino porque se llegó al paroxismo de la vergüenza. “Le transmitíamos a la gente lo que manifestaban las investigaciones”, se defendían los periodistas. Vamos muchachos, la historia de su profesión es mucho mejor que eso. Se llegó a decir que Fernando Pomar era narcotraficante; que había matado a toda su familia; que habían sido secuestrados; que se habían escapado del país por deudas, etc. Debo reconocer que muchos entramos en esa nube de misterio que nos quisieron imponer y que sin lugar a dudas era redituable económicamente. Desde el día del descubrimiento de los cuerpos se alcanzó un grado de sensacionalismo que rozó la vergüenza ajena. Se perdió aquello que durante tantos años se luchó por conseguir: la credibilidad. Hasta “la gente” (como les gusta decir…) ha notado la cantidad de contradicciones que reflejan día a día, ya ni siquiera entre diferentes medios, sino dentro de cada uno. Lo que más preocupa son las consecuencias: que haya personas que actúen en base a lo que escuchan, que confíen cuando ya se han perdido todos los motivos de confianza. La pérdida del valor humano se ve reflejada en las sensaciones que pueden tener día y noche los familiares de las víctimas. Que ni siquiera puedan prender la televisión, porque seguramente se encontrarán con la imagen – constante- de sus cuatro familiares siendo grabados en un video casero. Que salgan de su casa y un movilero les pregunte: ¿Cómo te sentís?
Le hace mal al periodismo entrar en esa lógica mercantil. Hace mal que se transmitan 24 horas seguidas de noticias, por que eventualmente no se sabe qué decir y se inventa. La pauta de las tres fuentes como mínimo está desapareciendo, por que básicamente ellos mismos se convierten en fuentes falsas para los mismos medios. Se retroalimentan. Ha dejado de ser un servicio social para convertirse en un show mediático más. Todos somos cómplices, obnubilados por el desconcierto y por una cobertura que excede las posibilidades de cambio que te da el zapping.
domingo, septiembre 27, 2009
And the oscar goes to....
El secreto de los ojos del INCAA era bastante obvio. La película de Juan José Campanella fue elegida para representar al cine argentino en la próxima entrega de los premios Oscar.
El secreto de sus ojos trata la historia de Benjamín Espósito (Ricardo Darín), empleado de un juzgado penal, quien tras jubilarse, decide escribir un libro acerca de un caso de homicidio que lo marcó para toda su vida. Es una película muy interesante, más allá de la historia en si misma. El director tuvo la virtud de crear una sólida amalgama de diferentes géneros. El popurrí de Campanella está compuesto por una buena dosis de comedia, sobre todo en la primera hora del film; algunos momentos de tensión y suspenso, mayoritariamente en los puntos clave de la historia; la trama policial y, como no podía faltar en una película del director de El hijo de la novia, el amor como sustento.
Sin embargo, y ojalá me equivoque, no creo que sea un film con las características necesarias como para llevarse la famosa estatuilla. Como bien decía un periodista italiano en la conferencia de prensa de la película en el Festival de San Sebastián, el film es una excelente combinación de cine comercial y de autor. Por más paradójico que suene, si hablamos de la industria hollywoodense, lo comercial (y el género) atenta contra sus posibilidades. Si nos retrotraemos hacia los últimos ganadores del Oscar a mejor película de habla no inglesa, el tipo de cine social, político e incluso bélico se llevó la mayoría de los galardones. De hecho, en el último festival de San Sebastián, cuando todos daban por hecho que El secreto de sus ojos iba a llevarse la Concha de oro (dígale No al chiste fácil), el jurado prefirió darle el premio al film chino City of life and death, del director Lu Chuan (vale aclarar que es una película bélica…).
Más allá de que tenga posibilidades o no, El secreto… logra atrapar al espectador. La química entre Darín y Villamil es fundamental, mientras que Sandoval, personaje interpretado por Guillermo Francella, aporta un aire de frescura y relajación.
Párrafo aparte para el “plano secuencia” (entre comillas porque en realidad no lo es) en la cancha de Huracán. Una escena que llevó tres días de rodaje y nueve meses (sí, nueve) de posproducción, con un programa que suele utilizar Peter Jackson en sus películas.
En el mes de enero la Academia estadounidense de artes audiovisuales elegirá a los nueve finalistas, de los cuales cinco lucharán por el Oscar a mejor película extranjera. El último film nacional nominado fue El hijo de la novia, del mismo director.
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sábado, agosto 22, 2009
Feliz aniversario
Un día como hoy, hace dos años, comenzaba esta travesía llamada Voces que me guió por caminos insospechados y palabras reveladoras. Un día como hoy, hace dos años, mi mundo se plantó delante de mi y me exigió un análisis de la situación. Dicho análisis se tradujo en cambios significativos y en una reelaboración de objetivos. A lo largo de estos 730 días, cada segundo que pasaba consolidaba aún más ese planteamiento, tantas veces necesario en el transcurso de la vida. Mejoré mi escritura en base a la regularidad; elaboré pensamientos a partir de una busqueda interior constante; fijé objetivos claros a causa de esa búsqueda. Hoy se cumplen dos años de un espacio con vida propia, con más o menos visitantes, con más o menos calidad, pero con la capacidad de ser un parcial reflejo de mi personalidad. Gracias a los que lo visitaron semana a semana, gracias a los que lo chusmearon de vez en cuando y gracias a esta oportunidad, por darme nuevas y claras realidades. Son Voces que quisieron escaparse de mi mente, pero que afortunadamente, no se fueron muy lejos.
sábado, julio 25, 2009
The Savages
Una nueva película. Un nuevo espacio para reflexionar sobre temas profundos, casi cotidianos, con toques de humor y llanto. “La familia Savage” relata la historia de dos hermanos (Laura Linney y Philip Seymour Hoffman) que deben hacerse cargo de su padre, a quien no ven hace más de veinte años. La vida de estos dos personajes se convierte en un producto de su propia historia, caracterizada por el abandono, la inseguridad para formar una familia y la falta de coraje para cambiar el curso de una vida estancada. El humor del reír por no llorar le da un plus de frescura a un film de naturaleza dura. Wendy y Jon internan a su padre en un asilo para ancianos, visitándolo diariamente. Ella, cargada de culpa. Él, invadido por el recuerdo de una vida sin abrigo. En el medio, un padre con demencia, que prácticamente no reconoce lo que lo rodea, pero que percibe y sufre las circunstancias de una realidad deprimente. Tamara Jenkins, una joven directora que también escribe esta historia, plasma en imágenes los sentimientos de desarraigo. Colores vacíos de entusiasmo se apropian de la fotografía del film, mientras la música se complementa con silencios, y estos con las miradas de los protagonistas. Un film cuya última imagen plantea la moraleja de la historia, la sensación de sus personajes, el intento de no tropezar dos veces con una piedra angustiante. Una búsqueda de redención, de demostrar que la vida es vida de comienzo a fin.
sábado, julio 04, 2009
Into the wild
Voy a incluir una nueva faceta a esta figura de lados múltiples que representa este blog. Cada tanto, y si el film lo amerita, voy a incluir una crítica, una mirada acerca de aquellas imágenes y sonidos que me hayan hecho reflexionar. Ante la recomendación de un amigo, me digné a observar (tengan en cuenta la diferencia con el verbo “ver”) una película del año 2007, dirigida por Sean Penn, que se titula Into the wild. Es curioso que una película genere en el espectador ganas de tomar actitudes instantáneas. Eso es lo maravilloso y lo subjetivo del cine. Es tan difícil recomendar películas, porque cada trama toca sensiblemente de maneras diferentes a cada persona. Into the wild es la historia real de un joven, recién recibido de la Universidad, criado entre las bonanzas de una familia adinerada a la que nunca le falto nada material. Creo que la película analiza la vida (o por lo menos un aspecto de ese todo tan inmenso) de diferentes maneras. El film se realiza preguntas todo el tiempo y trata de responderlas chocando con la realidad. Este joven siente un vacío, una necesidad de buscar el complemento vital, aquel que brinda soluciones a los interrogantes propios. Chris decide escapar de su vida para comenzar una nueva, alejado de todo lo que hasta ese momento le había tocado vivir. A partir de ese momento, el film se divide en capítulos, que tranquilamente resumirían toda la vida de una persona: el nacimiento, la adolescencia, la familia y la sabiduría. Como todo nacimiento, este joven cambia su nombre, sus objetivos, su entorno, y emprende un viaje en soledad con un objetivo conciente y otro inconciente. Ese recorrido lo lleva a inmiscuirse en los avatares de la naturaleza, en sus bellezas, en sus traiciones, en sus vicisitudes y claridades. Atraviesa todo tipo de paisajes. La fotografía del film es magnífica, aunque sean los colores, contrastes y luces de la naturaleza misma. Me atreví a anotar diferentes palabras mientras observaba la película. Algunas sin sentido, pero con sentido en sí mismas, si saben de lo que hablo. Alex Supertramp es su nueva identidad, su reborn. Una persona cuyos objetivos se basan en buscar objetivos, cuyas preguntas se basan en formularlas y responderlas con nuevas experiencias. Busca el sentido de la libertad, de la verdad, de la felicidad. No voy a recorrer paso a paso la película, pero sí a dejar impresiones. En el transcurso del film conoce gente con la cual establece lazos fuertes y con los que convive y aprende durante un tiempo determinado. Pero él sabe que su trayecto y sus respuestas se encuentran en soledad, continuando su camino, adentrándose en la naturaleza, la cuna de las respuestas. Cada uno de estos lazos bien pueden representar los vínculos que uno establece durante toda su vida. Su mensaje y su nueva visión marcan una profunda huella en cada una de estas personas, desde una pareja de hippies, pasando por una joven que se enamora de él perdidamente, hasta un solitario anciano al cual le enseña a vivir. Cuando todos le preguntan hacia donde va, Alex les dice: “hacia el norte, hacia Alaska”. El film está montado en forma paralela, o sea que nos muestra imágenes del presente (él en Alaska), combinando con su largo trayecto hasta ese lugar. En Alaska él vive junto al río, en un “autobús mágico” destartalado que pronto se convierte en su nuevo hogar. Debe aprender a valerse por si mismo, a alimentarse, a luchar contra la fuerza de la naturaleza, que se muestra independiente y autoprotectora, tanto como él. La música protesta y busca respuestas junto a él. Las melodías se complementan con los silencios. Porque el silencio da respuestas, al igual que el viento, el blanco de la nieve, la gota de la lluvia, y el frío de la montaña. El problema surge cuando las propias respuestas no te dejan llevar a cabo el operativo retorno, cuando la naturaleza decide que uno es parte de ella y que no hay vuelta hacia atrás, y cuando las mismas respuestas confunden hasta el punto en que uno descubre su propia verdad cuando no hay marcha atrás. No les voy a contar el final de la película, sólo me gustaría agregar algunas frases más. No hay que ser fuerte, hay que sentirse fuerte. Se busca la verdad, porque las mentiras golpean la identidad. Pero la verdad está en uno mismo y en las respuestas a las propias y únicas preguntas. ¿La búsqueda en soledad de las respuestas implica egoísmo? Interesante pregunta acerca de cómo uno debe encarar su vida. Cómo afecta esta búsqueda a aquellos que se preocupan por nosotros y cuánto nos importa lo que a ellos les afecta. La mejor frase de la película la escribe él en su cuaderno, aquel en el que anota cada de uno de sus momentos, cada una de sus reflexiones, cada una de sus nuevas experiencias de vida. Véanla y después me cuentan sus impresiones.
sábado, mayo 30, 2009
Cruce de caminos
Extrema ideología, separadora del bien y del mal, sociedad que se mira al espejo y encuentra a su alter ego, vocero de miles pensamientos. Caminata por veredas enfrentadas, gritos de un lado al otro, cruces de miradas. La inflexibilidad del odio, la cuna de la idiosincrasia, pequeñas excepciones que no interfieren en el regular curso de la regla. Es esto o aquello, la pregunta es: ¿No es mejor un poco de esto y un poco de aquello? La testarudez humana, la vista concentrada en un punto que es parte de un todo. Oídos sordos ante las palabras ajenas. Palabras propias cubiertas por un silencio abrumador. Final escrito por la capacidad humana de repetir cíclicamente sus errores, la historia de nunca acabar, el comienzo del fin, el fin del comienzo.
sábado, mayo 23, 2009
Ver o no ver
Que pasaría si tuvieras la posibilidad de ver imágenes de tu vida futura. Alegría, desilusión, incomprensión, fracasos, éxitos. Palabras que podrían recorrer nuestra mente en pocos segundos al ver cómo te cuentan el final de la película. Ante el éxito posible, la presión por conseguirlo. Ante el fracaso eventual, la falta de entusiasmo por trabajar en pos de un futuro inútil. Otra posibilidad es hacer caso omiso a las imágenes, venciendo o fracasando tras el intento perseverante. Dos modalidades que acompañan una postura ante lo irresoluble del destino. Ver o no ver, esa es la cuestión. La paciente sorpresa o la apresurada búsqueda por satisfacer la incertidumbre. Confianza ante la seguridad propia, desconfianza ante la inseguridad propia. Ver o no ver. Cerrar los ojos y caminar o abrir los ojos y saltar los charcos, para caer finalmente en un mismo punto. Las líneas paralelas se unen en el destino de lo irreparable, las imágenes que adelantan una vida de ignorancia, la ignorancia que se vuelve la sorpresa más grata del camino a recorrer. Ver o no ver. Esa es la cuestión.
sábado, mayo 02, 2009
Lluvias reveladoras
Lluvias invisibles, agua sensacional, mirada hacia los cielos, cubiertos por emociones que ciegan los manjares del paraíso. Caminata por los callejones vacíos, moviendo la cabeza hacia ambos lados, todo se muestra mojado. Apariencias que surgen alrededor, ignorando la desdicha, alegrando las ideas vanas pero felices. Una sonrisa, una búsqueda interior que brinda soluciones, una profunda introspección que muestra tormentas con horizontes claros. Manos sobre la frente, respiración profunda y un sueño que recorre las salidas en busca de la puerta indicada.
Comienza a correr, una luz en el camino, una guía hacia el tesoro, claro y conciso. Velocidad ante la pasividad ajena, futuro ante el presente prometedor de otros, caricias ante los golpes de la vida.
Palabras, letras, sentido. Trascender los pensamientos negativos, abrir los ojos ante la lluvia caída, disfrutar la humedad de los labios, sonreír a carcajadas ante el asombro de los demás, sentir, vivir, el sentido personal, la coherencia interna ante un alrededor incongruente. Nubosidad variable, con aumento de la temperatura hacia la noche e imposibilidad de futuros chaparrones. Sol naciente, cenizas materializadas, vivencia plena.
sábado, abril 25, 2009
¿Positivo o realista?
En un debate que se generó en clase, el profesor decía que, hoy en día, los jóvenes se muestran desesperanzados, con una visión negativa del mundo. Muchos nos inclinábamos por la postura de ver a la humanidad en un camino de difícil transitar. Además argumentaba que, para él, la sociedad había mejorado y que los problemas son menores en comparación con otras épocas. Dudo que los problemas sean mejores o peores, a lo sumo serán distintos. Tener una visión realista (casi pesimista) del mundo no implica dejar de vivir alegremente en función de una sociedad que necesita de cada individuo. Implica actuar en base a los principios, aún sabiendo que la naturaleza humana es incorregible. El curso de la historia así lo demuestra. Puede haber menos muertes por el avance de la ciencia, pero lo que no hace la tecnología es cambiar la tendencia masiva de la humanidad hacia la autodestrucción. Al decir masiva me refiero a un actuar en conjunto. Cada persona es diferente y, aunque no me quiero limitar en la vieja y típica diferenciación entre el Bien y el Mal, la realidad es esa. La mayoría de las personas actúan en base a sus intereses y, muchas veces, estos se oponen a lo establecido como correcto dentro de un marco legal y hasta moral. Por algo sigue habiendo guerras, pobreza y corrupción en siglo XXI. Repito, no es cuestión de rendirse y dejarse llevar por lo inevitable, es cuestión de tener un poco de perspectiva y de poder apreciar lo que la historia nos ofrece. Uno no va a dejar de luchar por lo que considera correcto y, a lo sumo, podrá generar un cambio de actitud en su entorno más cercano, pero una persona no puede cambiar el mundo. Probablemente aquellos que tienen el poder necesario como para marcar cierta diferencia, puedan hacer algo más. Yo, personalmente, no voy a dejar de estudiar, no voy a dejar de trabajar, no voy a dejar de levantar un papel en la calle, voy a vivir en plenitud, aún sabiendo que la profunda idiosincrasia de la humanidad es un problema de difícil solución. Espero opiniones.
jueves, abril 16, 2009
Lucha de egos
Uno de los grandes debates actuales está relacionado con el papel de los medios de comunicación a la hora de exaltar o minorizar una noticia. Ya sucedió con el tema de la seguridad y ahora con el dengue. Por un lado, es una buena excusa que tienen las autoridades a la hora de menospreciar la gravedad de los hechos que les incumben y, por otro lado, es cierto que, muchas veces, los medios, en su afán de “espectacularizar” la noticia, colocan títulos catastróficos, propios de películas fantásticas. Más allá del gran negocio que implica el manejo de noticias, es importante que los temas relevantes se mantengan en la charla cotidiana y que repercutan en la conciencia de los gobernantes. Esto es producido, en gran medida, por los medios de comunicación. Vivimos en un mundo mediatizado, en donde los hechos que no son televisados parecen no existir. Y eso es grave. Los medios que difunden la noticia de un secuestro o de un asesinato, probablemente estén pasando por alto otros tantos que ocurren regularmente en nuestras ciudades. Entonces ¿Están exaltando un tema o solo están ofreciendo una simple muestra de una realidad violenta? Espero opiniones al respecto.
En cuando al dengue, perdonen señores gobernantes, pero sus excusas son absurdas. Parece que tienen la idea de que la gente es estúpida, porque los casos se siguen sucediendo y las soluciones se desvanecen segundo a segundo. ¡Hasta un jugador de fútbol argentino que vive en Ecuador se contagió! Aparentemente se habría infectado al venir a La Plata a jugar un partido de la Copa Libertadores. Increíble.
Volviendo a la cuestión central, centenas de médicos se encuentran infectados, miles y miles de personas están en riesgo de sufrir futuras y, en algunos casos, reincidentes, picaduras. Es hora de sacarse la idea del complot mediático, de la lucha entre Clarín y el gobierno que, realmente, a NADIE LE IMPORTA. Parece más una lucha de egos entre poderes que tienen tanta influencia que ya, realmente, aburre y asusta. Es como darle un arma a un bebe o presenciar una lucha de dioses en el Olimpo.
Soluciones, basta de excusas.
sábado, abril 04, 2009
Convergencia
La convergencia puede ser definida como la reunión, en un punto, de varias líneas o trazados. Se puede aplicar a diferentes aspectos de la vida cotidiana, como la política, con sus ideologías encontradas y sus enfrentamientos constantes, y la religión, que sufre su falta en algunos casos, y la festeja en aquellos en los cuales la convivencia la hace inevitable. Ahora bien, la naturaleza humana implica la acción y el pensamiento subjetivo. Como dirían algunos profesionales de la comunicación, la objetividad no existe, en todo caso, se puede llegar a buscar su tendencia. Hay que aplaudir los escasos momentos en los que un acontecimiento reúne posturas opuestas y personalidades que, en otra ocasión, no se podrían ver las caras. El fallecimiento del ex presidente argentino Raúl Alfonsín pudo haber representado esa tan aclamada situación. Su capacidad para el diálogo y cierto esquivamiento al “encontronazo” (algo que tan bien practican nuestros últimos presidentes) lo colocaron en una ubicación neutral con respecto a la diversidad ideológica que enfrenta el país. Probablemente los medios, en pos de resaltar una figura, esquivan (salvo algunas excepciones, léase página 12) el lado negativo del gobierno radical post régimen militar (entre otras cosas, la hiperinflación y su renuncia).
Creo que eso no perjudicaría a la figura del Alfonsín, sino que le daría un poco más de fidelidad al recuerdo de la historia. Sobre todo para aquellos que no vivieron esa época (me incluyo) y se valen de las palabras de terceros. Me muestro un poco escéptico ante el transcurrir histórico. Lo que pasó, es escrito por los que ganaron o por los que están ganando en este momento. Toda historia es tergiversada y es imposible conocerla a fondo. Lo más recomendable es escuchar el sonar de las distintas campanas.
Algo interesante es la movilización de la gente. Cómo encuentran la motivación para reunirse y pasar largas horas bajo la lluvia para rendirle homenaje a un ex presidente. Me parece un tanto excesivo que lo nombren “El padre de la democracia”. Es cierto que su labor fue importantísima, teniendo que asumir en tales condiciones e impidiendo en varias ocasiones que se repita la historia. Pero bueno, comprendo la necesidad de los medios (y por qué no de la gente también) de alzar una figura, que es recordada en medio de una actualidad caracterizada por la crítica al otro más que por la búsqueda de la solución propia.
Antes mencioné a Página 12, que se inclinó a resaltar lo negativo y lo positivo del gobierno de Alfonsín. Pero también quiero mencionar que me pareció de mal gusto algunos detalles (¡Y qué detalles!) que se publicaron. Como por ejemplo, su tapa: “Alfonsin ya es historia” con un doble sentido con tintes agresivos. Además la portada contaba con una caricatura del ex presidente jugando a la rayuela (cada paso era un acontecimiento que caracterizó la vida de Alfonsín). Me pareció inadecuada la forma. Se puede estar en contra y, aún así, ser respetuoso. Valor que hoy en día, está cada vez en decadencia.
sábado, marzo 21, 2009
Yo-Ya-Lo-Sabía
El otro día leí un texto de Psicología Social que se centraba en defenderse de aquellas críticas que veían en esta disciplina una mera enunciación de teorías que no hacen más que describir situaciones o características humanas que todos ya conocen. Sería algo así como una falta de respecto al sentido común de la gente. A pesar de que, según mi opinión, hay cierta dosis de verdad en esta crítica, también me pareció interesante la postura de los estudiosos, que contraatacaban criticando la arrogancia y la contradicción del ser humano. Postulaban que las personas se dan cuenta de la obviedad de las cosas una vez que estas sucedieron. Es tal el orgullo que pocos se animan a predecir acontecimientos o resultados de los mismos, pero una vez que estos terminan, se alzan todas las voces diciendo que era más que seguro que tal cosa iba a pasar. Es el fenómeno “pero-si-yo-ya-lo-sabia”. Es como quien dice: “Con el diario del lunes cualquiera”. Me gusta la frase del filósofo y teologo danés Sören Kierkegaard, que dice que “la vida se vive hacia delante y se comprende hacia atrás”. Concuerdo completamente.
Los autores también se basan en refranes populares para justificar la contradicción del ser humano. Además dicen que la gente, muchas veces, fundamenta sus acciones en estos dichos ¿“El miedo es más fuerte que el amor” o “el amor es más fuerte que el miedo”? John Donne dijo que ningún hombre es una isla, mientras que Thomas Wolfe cree que, efectivamente, todo hombre es una isla. ¿“La distancia acrecienta el sentimiento” u “ojos que no ven, corazón que no siente”? ¿Los opuestos se atraen o Dios los cría y ellos se juntan?
Me resulta gracioso que estos psicólogos sociales, al fin y al cabo también se están criticando a sí mismo, por su condición de persona. Igualmente defiendo esta disciplina porque muchas veces a uno le tienen que decir las cosas para darse cuenta y, además, el estudio de las personas y su comportamiento en sociedad ayuda a mejorar cuestiones vinculadas con las relaciones que tan mal están en estos tiempos.
No es una novedad decir que somos arrogantes y contradictorios, yo-ya-lo-sabía.
jueves, marzo 12, 2009
La era del no me acuerdo
Hace miles de años, cuando todavía no habían surgido las primeras formas de escritura, los grupos humanos se comunicaban en forma oral. Primero a través de gemidos, gritos y gestos y luego a través de palabras cuyo significado era común para todos. Época en la cual los viejos sabios transmitían oralmente sus conocimientos, sus historias, mitos y leyendas a los jóvenes, ya que no había posibilidad de plasmar esas ideas sobre un soporte. Eso posibilitaba que la memoria de las personas se desarrolle a niveles que hoy en día serían realmente admirados. En este aspecto, el desarrollo de la humanidad sufrió un fuerte declive tras haber avanzado profundamente.
Con el devenir de la escritura, la memoria humana se fue “relajando”, generando la posibilidad de delegar en el soporte (ya sea, arcilla, papiro o papel) todo el conocimiento. Surge así la capacidad de documentación, de conservación, para que futuras generaciones puedan aprender de hombres que vivieron hace muchos años, ya que sus ideas se mantenían intactas. Cuando aparecen los primeros libros, como toda novedad, la lectura era privilegio de pocos. Eran caros y escasos, inalcanzables para millones de pobres analfabetos.
Probablemente, antes de la era digital, la lectura de libros era mucho más masiva. Era uno de los mayores entretenimientos, la posibilidad de sumergirse en atrapantes historias de terror, suspenso o amor. Hace más de cien años, con la llegada del cine, se pudieron plasmar muchas de esas historias en imágenes, primero en blanco y negro y, 30 años más tarde, en color. Pero eso no significó una fuerte disminución en la lectura de libros. A mediados del siglo 20, con el invento de la “caja boba”, el que más sufrió fue, justamente, el cine, ya que las personas priorizaban quedarse en su casa viendo televisión, antes que ver una película con gente alrededor comiendo. La televisión, en forma progresiva, influyó también en la pérdida de muchos lectores, no solo de libros, sino también de periódicos. El papel se iba convirtiendo en algo obsoleto.
Hace ya 40 años, aproximadamente, se crearon las primeras computadoras y el hecho de reemplazar el lápiz por un teclado significaba algo realmente cómodo para muchas personas. Dos décadas después, Internet revolucionó el mundo. La lectura de libros era cada vez menor, ya que ahora eran dos los titanes que le iban quitando protagonismo. La digitalización de grandes ejemplares profundizó la cuestión.
Hoy en día son pocos los que se sientan a escribir a mano y a leer del papel. Son esos nostálgicos que no quieren enfrentarse a la realidad virtual. Se vive en una vorágine de información, donde todo toma un ritmo vertiginoso, donde la posibilidad de retención es cada vez menor. La comparación con aquella era, en la cual la oralidad era protagonista, genera escalofríos. El mundo transcurre a través de la electricidad, al igual que las ideas y pensamientos. Ceros y unos son nuestra forma de comunicación más importante actualmente. Los diarios en papel se venden cada vez menos, muchos libros son prácticamente regalados y los avances son cada vez más abrumadores.
jueves, marzo 05, 2009
Piezas
Caminando por las silenciosas circunstancias de la vida. Vida con sonidos fugaces que llaman la atención del caminante. Caminante que visualiza una imagen en su mente. Mente deteriorada por el paso del tiempo. Tiempo que no se detiene y marcha paralelamente a los pasos de este hombre. Hombre que imaginó tanto que su oportunidad siguió de largo. Largo tramo sin final de partida. Partida entre la vida y la muerte. Muerte es quien mueve la pieza del caminante y vida espera con atención. Atención a los movimientos de las piezas, hasta que el tiempo inmortal deje a un lado su capricho. Capricho que decide la continuación o el final de la historia. Historia de un tablero que marcó las bases de la existencia. Existencia inexplicable de piezas que se creen únicas. Únicas son las decisiones de la vida y la muerte sobre el destino de las piezas.
lunes, febrero 16, 2009
EspoNTANeidad
Son esos momentos en los que se produce una alteración EN LA REGULAR LÍNEA DEL COMPORTAMIENTO. Así como sus consecuencias pueden generar un estado de EXCITACIÓN Y PLACER, también pueden generar ciertos RIESGOS que deben ser sobrellevados. Podemos diferenciar entre la espontaneidad de las situaciones y la espontaneidad del comportamiento, aunque en cierta medida, creo que van en línea paralela, a pesar de que, rompiendo toda regla geométrica, suelen unirse. Esos riesgos antes mencionados son sucesos que generan arrepentimiento. Quiero aclarar una cosa, no hablo de una espontaneidad característica de una persona, sino de actitudes espontáneas, sin premeditación, UNA LARGA CAMINATA CON VENDAS EN LOS OJOS. Te puede llevar a caminos jamás recorridos o al vacío del desconcierto. En los mejores casos, son esos días que finalizan y uno tiene la sensación de que LO QUE VIVIÓ ERA INIMAGINABLE en la previa.
Entro en un mundo imaginario y me imagino un ser que nos guía en aquellos momentos en que rogamos por un cambio de actitud. Un ser espontáneo que muestra REBELDÍA ante el comportamiento de su seguidor.
Luego volvemos a la normalidad, exigiendo la reaparición de aquel ser y de aquel GRITO interior que golpea los muros con puños cerrados. Me fui, espontáneamente.
miércoles, febrero 11, 2009
Silencio
La Real Academia Española define al silencio como la abstención de hablar o la falta de ruido. Se aprecia la idea del silencio como una falta de algo y no como una necesidad.
Son pocos los que lo aprecian como tal. Son aquellos que no cierran los ojos por miedo a la oscuridad, por miedo a que la pausa les de la respuesta.
Porque a pesar de que generalmente la palabra “respuesta” tiene connotaciones positivas, otras veces puede ser cruelmente reveladora. Ante semejante amenaza, la víctima de la respuesta prefiere suplir el espacio del silencio con sonidos vanos, sin saber que uno no puede escapar del silencio, porque este se encuentra a la expectativa de cada movimiento propio. Ni siquiera la sombra tiene tal poder de acechamiento.
Entonces surgen reacciones disímiles. Están las personas que huyen de esta persecución y están aquellos que la enfrentan, conviviendo. De esta manera, probablemente el efecto sobre nosotros sea menos perjudicial. Es como cuando queremos evitar preguntas complicadas. Si no las respondemos, siempre van a estar ahí, esperando una respuesta. En cambio si nos atrevemos a responderlas, sin importar quién sea nuestro interlocutor, la ansiedad de este y la nuestra va a estar satisfecha.
Entonces el silencio se presenta ante nosotros como una sucesión ilimitada de imágenes que recorren nuestra mente y es en ese momento cuando buscamos descifrarlas. La decodificación de las imágenes se convierte en la clave de la convivencia, en la respuesta directa ante la pregunta engorrosa. El cielo se vuelve más claro, los pensamientos recuperan pureza y los sonidos vuelven a su hábitat natural en el momento oportuno. Porque ser inoportuno significa tirar la mugre debajo de la alfombra. Es verdad, decir o escribir es más sencillo que hacer, pero la idea está y solo es cuestión de convivir un poco más con nuestros silencios para poder enfrentar la oscuridad.
miércoles, febrero 04, 2009
Sensación de inseguridad
Podemos notar, cada vez con más frecuencia, cómo se van sucediendo uno tras otro los delitos cometidos por menores de edad. Bajo una total impunidad respaldada por la ley nacional, estas personas tienen en su poder la vida de los demás. La eterna discusión no cesa, desde aquellos que quieren bajar la edad de inimputabilidad hasta los que creen en una solución más profunda, ahondando en los problemas educativos. Sin embargo, mientras estos debaten, las personas siguen siendo asesinadas a sangre fría por aquellos que le perdieron el respeto a la vida. Esto es lo más temible.
¿Qué podemos esperar de aquellos responsables de la justicia argentina que dicen una y otra vez que lo que pasa no es inseguridad pura, sino una sensación? Algunos dirán que hay que hacer sacrificios para alcanzar un momento a largo plazo en el que la buena educación se encargue de remediar a estos jóvenes. Estos jóvenes que para ese entonces serán delincuentes profesionales.
No creo en la comunión de soluciones futuras con sacrificios presentes. Creo en medidas que sean implementadas ahora, junto a un plan estratégico de desarrollo educativo. Porque es fácil hablar de sensación de inseguridad mientras se camina por la vereda con guardaespaldas y se recorren las calles en limusina ¿Por qué los sacrificios son para las personas inocentes y no para aquellos que se burlan por ser intocables?
Es fácil aportar soluciones que afecten a otros. Tal vez deberíamos dejar un poco de lado el resentimiento y mirar un poco hacia fuera, dejar de ser inocentes y ver que algunos chicos, no son tan chicos.
lunes, enero 26, 2009
Entre la espada y la pared
Creo que uno de los grandes desafíos que tiene el ser humano es el de poder o no aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida o, tomando un poco el control del fluir vital, que nos brindamos nosotros mismos en la búsqueda del éxito. Como todas las cosas, se puede analizar en distintos niveles, en mayor o menor medida, oportunidades intrascendentes y oportunidades únicas. Son estas últimas las que nos colocan entre la espada y la pared, exigiendo una decisión en poco tiempo, dependiendo el éxito de la rapidez con que uno actúe en esos casos. Por más que resaltemos la palabra “única”, es probable que choquemos con estas situaciones más de una vez en la vida. Sin embargo, cada una de estas no deja de ser relevante por el simple hecho de que se pueda producir una repetición. Entonces, nos encontramos con la espada en el pecho teniendo que decidir instantáneamente. Probablemente en la vida real tengamos un poco más de tiempo, sin embargo, la presión que debe soportar la persona es posiblemente comparable con la analogía de la espada y la pared. Esta presión refleja el pensamiento de aquel que tiene en su mente la idea del posible fracaso tras la toma de una decisión. Siempre el fracaso resulta en nuestra mente más importante o, mejor dicho, más fuerte que la posibilidad del éxito. Eso se transforma en una duda que nos lleva a debilitar nuestras defensas mentales y, por ende, a decidir erróneamente. Entonces somos llevados a un estado previamente visualizado y a cierto conformismo barato. Sin embargo, aquellos que toman la decisión correcta son los que repiten diariamente la necesidad de optar por un pensamiento positivo. Y cuando el éxito toca en su puerta una vez más, son tildados de afortunados por aquellos que duermen en la calma del fracaso. Cada uno suele hacer de su futuro lo que su personalidad indique, pero no le deleguemos a esta característica humana toda la responsabilidad a la hora de decidir sobre estas oportunidades únicas.
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